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jueves, 6 de junio de 2019

Desarrolle un sistema de manejo del recurso humano

La gestión de recursos humanos en las empresas pequeñas se limita, en muchos casos, a los temas de apoyo en búsqueda, selección y contratación, trámites de vinculación del empleado para cubrir todos los requisitos legales, manejo de nómina y otras formas de remuneración, archivo de la carpeta del empleado y otras funciones netamente administrativas. Sin embargo, siendo la gente el recurso más valioso de la empresa, debe profundizar mucho más en su manejo.

Un sistema de manejo del recurso humano está muy relacionado con los atributos de un buen jefe. En los vídeos Buen Jefe, Mal Jefe, basados en el libro del mismo nombre del autor Robert Sutton, que encuentra en los enlaces al final de artículo, hallará recomendaciones útiles que consolidan los comportamientos adecuados para lucirse como jefe.

En este artículo complementamos aspectos que el buen jefe debe considerar relacionados con el diseño de un buen sistema de manejo del recurso humano.
    • El buen jefe no se obsesiona con sus propias metas. Entiende que las mejores metas son las de la empresa y se ocupa de establecer tareas, alineadas con las metas globales, para cada colaborador. Un buen esquema de manejo de las personas debe empezar por determinar claros objetivos individuales que permita a cada una entender cómo su trabajo contribuye con el todo.
    • Todo colaborador quiere ver en su jefe la habilidad de simplificar la complejidad de los negocios en tareas que tengan sentido, propósito y sean fáciles de ejecutar. La suma de todas esas tareas son las que atienden la complejidad.
    • Un colaborador que siente que le entregan los recursos y herramientas adecuados y suficientes para realizar su trabajo, considera que tiene un buen jefe.
    • El tratamiento equitativo, tanto para ocuparse de aspectos positivos como negativos, es muy apreciado por los colaboradores. Transmite un claro mensaje de justicia, valor indispensable en toda empresa y fundamental en un buen sistema de manejo de la gente.
    • A nadie le gusta la arrogancia, y menos en un jefe. El que se las sabe todas y no aprecia, ni usa, las contribuciones de los demás, cae mal. La humildad se constituye en un atributo necesario para el buen manejo del grupo humano.
    • Un buen jefe es generoso. Esto no hace referencia al dinero. La generosidad con información, tiempo, elogio, retroalimentación bien hecha, apoyo en momentos difíciles, ayuda para mejorar habilidades y capacidades, cercanía, etc., son elementos importantes en la construcción de un buen grupo.
    • Los jefes emocionalmente débiles, fracasan en la construcción de grupos sólidos. Jefes que no manifiestan su ira y frustración con los demás, que conservan la calma en las crisis y tienen paciencia con el proceso de aprendizaje de cada uno de sus colaboradores, son apreciados.
    • Un valor que todo grupo humano sólido y serio aprecia es la honestidad. Si ven que su jefe siempre hace las cosas correctas y dentro de las normas, lo apreciarán y apoyarán más.

Esquemas para motivar
Esto define un buen sistema de manejo del recurso humano. Un grupo motivado comparte su entusiasmo, ayuda a recorrer las crisis, da soporte cuando se requiere esfuerzo adicional y se alinea más fácil con lo objetivos establecidos en la misión y visión de la empresa.
La gente motivada se involucra con facilidad. Hay una relación directa entre un grupo involucrado y el desempeño de la organización. La productividad es más elevada, hay menos rotación de los colaboradores y la calidad del trabajo es mejor. Es importante que los jefes desarrollen habilidades personales para ocuparse y conectarse con sus colaboradores.
Motivar no es fácil. Ayuda mucho la construcción de un ambiente empresarial adecuado y sano. 
Los comportamientos adecuados de los jefes, mencionados ya, son un componente importante en esta construcción. 
Las siguientes recomendaciones también ayudan a crear un ambiente propicio para la motivación.
    • Cuando esté tratando con sus colaboradores, enfóquese solo en eso. No atienda su teléfono, no se ocupe del computador, no deje que otra persona lo distraiga. Si lo hace, da el mensaje que lo tratado es poco importante. Como jefe comunique que el tiempo de todos es valioso y que cada persona merece toda la atención. Recuerde lo incómodo que se siente cuando está haciendo su pedido en el restaurante de comida rápida y el cajero se olvida de usted para contestar algo a otro empleado.
    • Evite motivar sólo con salario. Algunas personas no están familiarizadas con la sicología de la satisfacción en el trabajo y por lo tanto creen que pagando jugosamente tienen a la gente contenta. Tal vez un bajo salario es por lo que algunos colaboradores se van. Pero no, al ser alto, es por lo que se quedan. Es un motivador extrínseco, su efecto dura poco tiempo. Los incentivos basados en dinero dan resultados en el corto plazo, pero los resultados de largo plazo requieren otras formas de motivación. Debe crear un ambiente laboral donde las personas se sientan dueñas de algo, perciban propósitos más allá del trabajo y se promueva el libre intercambio de ideas. 
    • Detecte cuales son los íntimos intereses de vida del empleado para ajustarlos, en la medida de lo posible, con sus responsabilidades en el trabajo. Los intereses son muchos. Puede ser desarrollo teórico, pensamiento conceptual, consejería y compartir conocimiento, aplicación de tecnología, etc. Esto no determina en qué es buena una persona, solo define el tipo de actividad en que la persona es feliz. Un jefe debe ayudar a descubrir los intereses de vida del empleado y tratar de ajustar el trabajo de forma que haya mejor relación entre el trabajo y los intereses.
    • Esté atento a las relaciones buenas y profesionales entre todos en su grupo. Cualquier grupo humano está expuesto a roces que generan disgustos, mala comunicación, falta de cooperación y menos coordinación. Poner a trabajar distintos caracteres juntos es un reto que requiere acciones directas para evitar y administrar problemas.
    • Las nuevas generaciones valoran mucho los ambientes de trabajo flexibles y el acceso a tecnologías que les permita interactuar ágilmente. En la medida de lo posible, adecue su cultura empresarial para dar espacio a esta nueva tendencia. 
    • No emita mensajes diferentes. Entregar mensajes distintos a varias personas es una trampa en la que se cae fácil. La comunicación consistente incremente la eficiencia y da total confianza al grupo. Usar distintos estilos con diferentes personas está bien, siempre y cuando el mensaje sea el mismo.
    • No mate la creatividad anulando ideas aparentemente simples. Crear y compartir ideas es parte de un ambiente saludable de trabajo. La próxima vez que se enfrente a una idea que no le parece adecuada ni inteligente, trate de usarla para incentivar a partir de ella una discusión constructiva.

Plan de entrenamiento y desarrollo
Un elemento importante y necesario de un buen sistema de manejo de recurso humano, es contar en la empresa con un plan integral de entrenamiento y desarrollo. En el artículo Entrenamiento de colaboradores (ver acá) damos indicaciones sobre este tema.
El plan de entrenamiento debe estar relacionado con el plan de carrera y desarrollo que haya pensado para cada colaborador. Debe considerar lograr una adecuada combinación de talentos, capacidades y habilidades de todo el grupo, cubriendo sus planes de sucesión y crecimiento o avance en cada cargo.
El plan de entrenamiento se nutre de la información proveniente del sistema de evaluación del desempeño.

Esquema de evaluación del desempeño
Otro aspecto importante en la construcción de un buen sistema de manejo del recurso humano es contar con un apropiado esquema de evaluación del desempeño. En el artículo La evaluación del desempeño (ver acá)  hemos cubierto el tema.

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