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viernes, 14 de junio de 2019

Váyase tranquilo de vacaciones

Descansar de las exigencias de trabajo y de la concentración y dedicación que implica sacar adelante una empresa es importante. Descansado se trabaja mejor. Alejarse ocasionalmente de las tensiones del día a día, le permite ver su negocio desde otra perspectiva que le permitirá explorar nuevas ideas. Unas bien planeadas vacaciones son la mejora forma de lograr esto.

Unas vacaciones, para quien dirige una empresa, son buenas tanto para la salud de la persona como del negocio. Pero nunca se vaya cuando esté pasando por una crisis o resolviendo un problema serio. El estrés de estar alejado es peor. Cuando algo grave se presenta, necesita la familiaridad de estar cerca de lo que conoce y maneja. 
Sin embargo, unas vacaciones planeadas, cerciorándose que las cosas en su negocio está en orden, son muy productivas.
Primero se requiere un cambio en la forma de ver las cosas. Los siguientes son pensamientos y sentimientos usuales.
Es normal pensar, al decidir tomar unas vacaciones que está abandonando su negocio y que cuando vuelva estará desordenado y con miles de errores por corregir. O puede creer que la gente se relajará, bajará la guardia y descuidará el trabajo. Usted ha trabajado muy duro para sacar adelante su empresa y espera que sus colaboradores hagan lo mismo. Por esto, puede pensar que al tomar vacaciones está dando un mensaje errado a su gente al relajarse.

Proponemos otro marco de referencia. 

Planear todo en su empresa para que tomar vacaciones no sea ni causa de estrés, ni de ideas equivocadas de su gente y mucho menos, de oportunidad para que la productividad se disminuya.
Lo primero que debe construir es un grupo de gente buena, responsable y comprometida. Y desarrollar con éste, desde el principio, unos claros procesos y sistemas diseñados para las actividades críticas. En el artículo Selección de colaboradores encontrará algunas recomendaciones.
Recuerde que debe existir claridad respecto a quién toma ciertas decisiones que son de su competencia, cuando usted está ausente. También debe determinar quién tiene autorización para firmar documentos y quién será el encargado de manejo en los bancos.
Contar con ese grupo de colaboradores que se comportan de forma igual si usted está o no, demuestra a todas las personas que se relacionan con su empresa, clientes, proveedores, bancos, entre otros, que usted es una persona competente que puede construir un equipo sólido con control de las cosas y que planea con inteligencia su tiempo y puede darse la libertad de descanso en unas vacaciones. Este enfoque es además una importante fuente de motivación para su equipo: las personas sienten que confían en ellas, y al el dar ejemplo de tomarse unas vacaciones, saben que usted aprueba que todos tengan su vida personal y que los ratos de ocio programados están bien.
Por extraño que parezca, un buen equipo será más productivo cuando usted se aleja algunos días. Las personas del equipo dedicarán todo su tiempo y energía a adelantar sus trabajos, sin verse distraídos por los asuntos y actividades nuevas que usted les lanza cuando está en el trabajo. No se preocupe: después de unos días lo extrañarán y cuando regrese, estarán dispuestos de nuevo a las tareas que usted disponga.
Cuando usted está ausente, crea una oportunidad de desarrollo para todos los miembros de su equipo. Les permitirá percibir cómo es el negocio sin usted. Valorarán sus contribuciones y aprenderán a pensar solos y buscar soluciones a los problemas. Les facilita crecer como colaboradores. Evalúe en detalle, cuando regrese, las actividades realizadas, apoye y felicite a todos los que contribuyeron positivamente; guíe y ofrezca retroalimentación a quienes la requieran.
Cuando se va de vacaciones, quiéralo o no, se lleva el trabajo en la cabeza. Esa es una oportunidad de oro para ser creativo. Durante las vacaciones, tendrá la posibilidad de ver desde otra perspectiva su negocio. En su descanso, no solo recarga las baterías sino que aclara la mente. Al estar de vacaciones, implica un entorno diferente. Pensar sobre los problemas y oportunidades en ese ambiente diferente, posiblemente lo llevará a decisiones más creativas. Cuando está inmerso en el agite del día a día es difícil pensar en cosas novedosas.
Algunas personas consideran que es una herejía llevar trabajo a las vacaciones o mantenerse en contacto con la oficina. Y como se sienten intranquilos al irse, simplemente no salen de vacaciones. Combine ambas cosas con inteligencia: tómese sus vacaciones y mantenga el contacto pero con orden y disciplina.
Hoy en día con las muy diversas opciones de comunicación, tomarse unas vacaciones totalmente perdido no tiene ningún sentido. Pero no abuse de esa posibilidad de comunicarse. Establezca un esquema de comunicación antes de viajar y enfatice que solo lo deben contactar para aquello que no da espera. También planee quién quedará a cargo mientras usted está por fuera y la forma como se mantendrá comunicado con esta persona. Determine las horas y días en que estará disponible. Revise el correo de su teléfono, si lo tiene, solo en esas ocasiones. Debe quedar claro a su gente que los mensaje que envían serán leídos en ese horario predefinido y que tendrán una respuesta también de acuerdo a esas horas. El resto del día, tome el sol con tranquilidad.
Estar conectado le evita sorpresas: plazos de actividades que perdió, eventos que suceden, avisos que llegan y requieren acción. Pero también le da tiempo para descansar, compartir con su familia o simplemente pensar sobre los temas que quiera.

Durante las vacaciones también tendrá tiempo para ponerse al día: cosas para leer, temas para pensar. Además de descansar, puede que se le aparezca la idea brillante que estaba esperando.

jueves, 13 de junio de 2019

Si, pero…

Algunas personas usan estas palabras al unir ideas cuando dialogan con otras. Cuando un jefe la usa para responder un comentario de uno de sus colaboradores, tiene efectos negativos que dificultan una comunicación constructiva.

Para mejorar la calidad de las comunicaciones en la empresa e incentivar que los colaboradores contribuyan con sus opiniones y perspectivas, en un ambiente de apertura y sinceridad, hay que evitar algunos errores involuntarios en la comunicación.
Uno es iniciar un nuevo comentario, inmediatamente después de la intervención de una persona, con un “si, pero…

Ponga de presente el efecto
En una reunión, preste atención a cómo los asistentes inician una nueva participación en la discusión. Si alguien utiliza el “si, pero…” o algo similar, evalúe cómo se siente, en especial si es para comentar algo que usted acaba de decir.
Si conoce desde hace tiempo a esa persona, posiblemente no le de importancia. Ya se ha acostumbrado a esa forma de participación en una conversación. 
Sin embargo, si es una persona que poco frecuenta, es probable que interprete eso como una forma de restarle importancia a su comentario. 
Es posible que eso lo predisponga con su interlocutor. Todo lo que diga a continuación estará teñido por esa actitud negativa. Nada bueno para una comunicación constructiva.

Tome conciencia si usted lo hace
Si es así, cambie el “si, pero…” por un “si, y…” o algo similar. 
Si no está de acuerdo con algo, manifiéstelo sin un arranque negativo. Algo como “…entiendo su comentario. Quiero agregar algo…” La buena comunicación constructiva implica el intercambio de opiniones hasta llegar a un acuerdo, no a la imposición de la opinión de una de las partes.
Esto cobra importancia en las reuniones donde hay personas de menor nivel jerárquico. Si quiere que todos aporten y expresen abiertamente sus ideas, el “si, pero…” es lo más parecido a un portazo en las narices. Reduce el deseo de participación de las personas.

Otro mal uso del “pero…”
Cuando de una opinión positiva sobre algo o alguien, y a continuación, después de un “pero”, complementa con algo negativo. 
¿Qué parte de la siguiente frase le queda con más facilidad? 
“Nuestro gerente comercial es un excelente constructor de relaciones y tiene muy buenos contactos pero le hace falta habilidad para cerrar la venta”. 
Es más constructivo decir: “Nuestro gerente comercial es un excelente constructor de relaciones y tiene muy buenos contactos. Conviene ayudar a desarrollar la habilidad para cerrar la venta para tener así un excelente colaborador”.
Evitando estas y otras prácticas en las conversaciones con sus colaboradores logrará una mejor comunicación, más sincera y abierta. 

Importante para construir una empresa sana.

lunes, 10 de junio de 2019

Gerencia efectiva

Ser gerente es una actividad compleja pues debe estar atento a diferentes frentes tanto externos como internos, generales o detallados. Si establece un foco adecuado a la empresa, define el camino a seguir, remueve obstáculos, arma grupos de colaboradores, ejecuta y facilita la ejecución, hace seguimiento permanente y comunica con insistencia, las posibilidades de ser un buen gerente son altas.

Puede que ser gerente no sea mandar cohetes a los planetas cercanos, pero de todos modos es una actividad compleja. En las posiciones directivas, hay que tener en cuenta aspectos como la situación y tendencias de la economía, de la sociedad y de la tecnología sin perder de vista cómo se ajusta y cómo debe modificar su modelo de negocio para seguir y ajustarse a las variaciones actuales y futuras del medio ambiente y de la industria dónde la empresa se mueve.
Distintas fuentes coinciden en las funciones o roles típicos de un gerente:
  1. Dar el foco adecuado a la empresa
  2. Establecer el camino a seguir
  3. Remover los obstáculos
  4. Dar forma al grupo de colaboradores
  5. Ejecutar y facilitar la ejecución
  6. Hacer seguimiento permanente o corregir lo necesario
  7. Comunicar
UNO
A usted le corresponde indicar, a todos sus colaboradores y a todas las personas o entidades relacionadas con su empresa, hacia dónde las quiere llevar. Eso es establecer el foco
Todo debe empezar por el mercado que desea atender. Encuentre a sus clientes, determine cuál es el lenguaje apropiado para comunicarse con ellos. Ofrézcales lo que quieren después de descubrir cuáles son sus deseos y sus necesidades. Desde éste momento, establezca cómo da usted más valor a su oferta en comparación a sus competidores.
Esto es la visión de su negocio que solo logrará hacerla evidente y clara a todos sus colaboradores y entidades relacionadas con una permanente comunicación, como se indica en el punto SIETE.

DOS
Coloquialmente se dice que todos los caminos conducen a Roma. Pero usted, al tener limitación de recursos, no puede darse ese lujo y deba trazar un camino a seguir para llegar a los objetivos definidos en el punto UNO.  Toda ruta está llena de inconvenientes, obstáculos (ver punto TRES) y desviaciones. A usted le corresponde hacer seguimiento, tal como se comenta en el punto SEIS, para evitar las distracciones del camino y asegurar que la ruta que sigue es la correcta y que está sin barreras. 
Es factible que en su camino encuentra opciones que puedan parecer más atractivas. No deje de observarlas y analizarlas en detalle, pero solo cambie de rumbo si las razones son muy poderosas para hacerlo. Si se deja tentar por todo “canto de sirenas” en su camino, la posibilidad de que llegue a cualquier parte y no a donde desea, se incrementará. Por tratar de hacer mucho puede terminar haciendo muy poco.
Siga muy de cerca las percepciones y motivaciones de sus clientes y la forma como sus necesidades se van modificando con el tiempo. Esta es una buena brújula para orientarse en la ruta.

TRES
En la actividad del día a día usted y sus colaboradores encontrarán obstáculos de todo tipo, tanto en sus relaciones con el exterior como internamente. Una forma de reducir o controlar estos obstáculos, es buscar alinear de la mejor forma posible los sistemas, procesos y estructuras de la organización. Todos deben estar orientados al foco establecido en el punto UNO y seguir los caminos trazados en el punto DOS. La mejor forma de buscar esta alineación es con una continua y persistente comunicación como se menciona en el punto SIETE.
Sea obsesivo con la calidad de sus procesos, en especial con aquellos que crean valor. Asegúrese, con un buen seguimiento tal como se comenta en el punto SEIS, que todos sus colaboradores entiendan la importancia de su contribución a cada uno de esos procesos.
Los procesos deben ser amigables tanto para sus clientes y proveedores como para sus colaboradores.
Proceso que no agregue valor, elimínelo o fusiónelo con otro.
Diseñe sus procesos y su organización con los clientes en mente. Su objetivo debe ser que los clientes sientan que hacer negocios con usted es fácil. Ofrecer una sola cara al cliente y personalizar la atención a cada uno, hace que ellos sientan que no hay obstáculos.
Las empresas no deben ser campos de batalla entre áreas, entre las personas e incluso involucrando a otras empresas, incluyendo competidores y proveedores. Debe a cambio considerar que son un sistema donde todo se debe relacionar sin conflicto.

CUATRO
Nadie puede trabajar solo en forma eficiente por mucho tiempo. Lo primero que esto requiere es aceptar la realidad que nadie sabe de todo y que una persona solo será tan buena como la gente que la rodea. Toda empresa que crece necesita un grupo de colaboradores coordinados
Construir un grupo eficaz de colaboradores implica cederles poder para que hagan sus tareas. Debe lograr en todos ellos que sientan la responsabilidad de su propio desempeño y desarrollen un sentido de propiedad sobre lo que hacen y logran. 
Facilita alcanzar estos objetivos si cambia la idea de que una empresa es una máquina donde se asume que los colaboradores son solo piñones que hacen lo que se les dice. Si esta estructura rígida se cambia por un ambiente flexible donde se considera a los colaboradores como seres vivos con sueños, deseos y habilidades conectados todos a un propósito común, el desempeño general de la organización será superior.
En el desarrollo del grupo, el jefe debe evitar tratar a sus colaboradores como niños a los que debe decirles todo y corregirlos a cada instante. A cambio, debe enfatizar en la visión del negocio, según lo mencionado en el punto UNO. De ella, los colaboradores derivarán su motivación. Otro elemento importante de la motivación es facilitar el progreso de las personas hacia el logro de sus objetivos, por más pequeño que éste sea, procurando que cuenten con los recursos que requieren.
También, el jefe debe asegurar que la dirección seguida, tal como se ha comentado en el punto DOS es la correcta y no hay desviaciones a corregir, como se detalla en el punto SEIS.

CINCO
El líder no es quién resuelve los problemas ni ejecuta. Crea el ambiente y las condiciones además de garantizar la disponibilidad de recursos para que los demás lo hagan. 
Cualquier idea o estrategia sin ejecución es una pérdida de tiempo. En los puntos DOS y TRES ya se han indicado actividades del gerente orientadas a facilitar que haya ejecución
Recuerde que el mejor escenario de acción es el simple. Aunque debe establecer estándares altos a sus colaboradores, evita que éstos se rodeen de complejidad. Una tarea compleja debe separarse en varias tareas de menor alcance y simples que al sumarlas obtiene lo deseado.

SEIS
Toda tarea que se defina debe ser objeto de seguimiento. Para un buen seguimiento, implante un adecuado sistema de medición en su empresa. Todo lo que mida debe tener involucrado como objetivo central mejorar algo. Medir por medir es perder el tiempo.
Mediciones indispensables (valor en cada período y tendencias en comparación con períodos anteriores) son • efectivo y flujo de caja, • visitas de ventas y resultados de las mismas, • cambios del comportamiento del cliente a través de su ciclo de vida, • nivel de servicio al cliente, • ventas y pedidos, • niveles de calidad, • velocidad de rotación de los inventarios 
Medir el desempeño de sus colaboradores y de su empresa, premiar o reconocer aquellos desempeños buenos y corregir los que no lo son, indica con claridad a todas las personas qué es lo que espera de ellas.

SIETE
Usted como líder es un referente para toda la organización y entidades relacionadas. Todos están pendientes de lo que usted hace y cómo se comporta y lo imitan. Esto debe tenerlo en cuenta en todo momento. Es el primer elemento de comunicación del gerente.
Los seis puntos definidos anteriormente se implantan sólidamente en la empresa a través de un esquema claro de comunicación de la gerencia. 
Este esquema debe incluir comunicaciones suyas periódicas y formales con todos en la empresa. 
En sus mensajes debe estar permanentemente recordando el foco de la organización y el camino elegido a seguir. 
Nunca asuma que la gente escucha y entiende lo que usted dice. Al terminar de hablar y comunicar, verifique que su interlocutor ha entendido con precisión su mensaje.
Las comunicaciones directas son las ideales. El uso de esquemas modernos como el e-mail debe limitarlo, sobre todo cuando debe tratar termas delicados.
No debe olvidar esquemas de comunicación a todos los demás miembros de su organización a través de medios como memorandos, carteleras, reuniones de todos y similares.
La tarea de la gerencia implica repetir, repetir y repetir. Los movimientos son lentos y para que se den y sean permanentes, debe comunicar, insistir, reforzar en forma continua, con paciencia y mucha persistencia.
En los siguiente contenidos encontrará más ideas y reflexiones sobre este tema:


Empezar un negocio

Para muchas personas son importantes las ventajas que tiene trabajar como independientes. También hay que considerar las desventajas. De todas formas, es bueno tener en cuenta algunos elementos que ayudarán a que el camino del negocio propio sea más sencillo.

Empezar un negocio tiene algunas ventajas como son la sensación de independencia, sentido de logro, la libertad de hacer las cosas como considera se deben hacer sin seguir lineamientos de un jefe, tomar decisiones rápidas, ser muy flexible y la tranquilidad de solo tener que demostrarse a usted y a su mercado de lo que es capaz y no convencer a una organización para conservar su trabajo.
Por supuesto, la moneda tiene dos caras. Las desventajas son tener que conseguir el dinero para cubrir sus obligaciones que se vencen a velocidades que no imagina, ser el único responsable por las decisiones que toma, buenas y malas, son mucha posibilidad de consultar con alguien, enfrentarse solo a las situaciones difíciles y a las crisis que con certeza se presentan y tener que usar cinco o más sombreros diferentes, varios de los cuales le quedan apretados o no le gustan.
En el artículo ¿Considera que tiene las características para ser un emprendedor? ofrecemos información que le permitirá determinar sus fortalezas y debilidades para embarcarse en un negocio propio. Allí encontrará que no es necesario ningún perfil en particular y que tener las ganas de hacerlo y reconocer que en ciertos aspectos puede requerir ayuda, es suficiente. Recuerde que la mala gerencia, y esto es no cubrir sus debilidades, es la causa principal de falla de los negocios nacientes. Protéjase de este riesgo.

Algunos emprendedores tienen muy claro el negocio que desean. Otros tienen clara su necesidad de independencia pero no están muy seguros del tipo de actividad. Para este segundo grupo, algunas recomendaciones:
  • Haga un resumen de sus antecedentes y experiencias, incluyendo trabajos previos, educación y aficiones.
  • Escriba qué le gustaría hacer y qué no. ¿Se ajusta esto al resumen que acaba de hacer?
  • ¿Cuáles son sus necesidades? Piense en las profesionales, familiares, personales, sociales y económicas. Sus metas de vida son el punto de arranque de un negocio exitoso. Qué quiere hacer y qué lo hace feliz es más importante que muchas otras cosas.
  • Piense luego en ideas que:
    • cambien alguna tendencia ene le medio ambiente en el que se mueve
    • resuelvan algún problema o necesidad no resuelta o la resuelvan más barato o fácil que una opción que ya existe en e mercado
    • llenen un vacío en la oferta de productos y servicios para los cuales tiene especiales habilidades
    • adicionan oferta a un mercado que demanda más de los actualmente se ofrece
  • Lea, escuche, hable con expertos y amigos que estén metidos en el mundo de las empresas y los negocios para tratar de determinar la bondad de su idea y dónde están aquellas que tienen posibilidades o están creciendo.
  • Prefiera las ideas que atienden necesidades específicas de un mercado pequeño u no pretenda ser todo para todos desde el principio.
  • No necesariamente las mejores opciones tecnológicas y las ofertas muy amplias en características generan más valor en un nuevo negocio. Empiece con cosas simples.

Para ordenar sus ideas, puede ser de utilidad crear una tabla de 3x3 casillas. En las horizontales, coloque el producto (existente, modificado, nuevo) y en las verticales el mercado (existente, modificado, desconocido). Coloque sus ideas en la casilla que corresponda. Verá más claridad en sus ideas y tal vez aparezcan nuevas.
Cuando tenga un alista de ideas interesantes, evalúe la factibilidad de cada una para convertirse en un producto o servicio (¿tiene la estructura y el dinero para llevarla a cabo?), el tamaño del mercado que pretende atender (¿es suficiente para cubrir sus gastos y permitir crecer?) y la organización que tiene o puede crear (¿tiene un grupo de colaboradores capaz?). Para poner a andar su idea, gaste la menor cantidad posible de dinero. No caiga en el error de comprar al principio elementos lujosos. Entre más espartano, mejor.
La gente buena es vital para arrancar un negocio. Contrate y entrene bien. En el artículo Selección de colaboradores, encuentra guías sobre este aspecto.
Todos le recomendarán que se siente a escribir un Plan de Negocios. Es buena idea y en Internet encontrará cientos de modelos del tipo de estructura y contenido que tiene este documento. Pero evite perderse en la elaboración de este Plan. Será suficiente que ponga por escrito y en forma breve sus ideas, les ponga números y piense sobre cómo va a llegar al mercado objetivo que ha escogido. Piense en detalle sobre los siguientes doce meses y en forma general dos o tres años en el futuro. Haciendo este documento descubrirá muchas cosas y se verá obligado a investigar otras.
Es mejor, en un negocio nuevo, arrancar con algo que tenga posibilidades y estar muy atento a todos los aspectos de su evolución en el mercado para hacer rápidos ajustes, tanto al producto o servicio como al modelo de negocio que esté empleando, para convertir su oferta en algo con verdadero potencial. La flexibilidad es tan importante como el efectivo para que un negocio sobreviva la etapa de arranque.
Estas iteraciones en el mercado evitarán que se enamore de su producto o servicio: a nadie le gusta tanto como a usted. Pero el mercado puede tener una opinión diferente, y esa es la que importa.
Cuando esté poniendo a prueba su producto o servicio en el mercado, tenga los ojos muy abiertos a las acciones de sus competidores. No los menosprecie, ninguno es bobo y con certeza va a proteger con todo lo que tengan a mano su mercado. Recuerde que ellos llevan tiempo operando y pueden tener más músculo que usted.
Una vez arranque, la tarea no ha terminado. Deberá pensar en cómo sostenerse y crecer.

Encontrará más información relacionada en los artículos:


miércoles, 5 de junio de 2019

Delegue

Tarde o temprano, un negocio llega a la etapa en que sus gestores no pueden continuar el proceso de crecimiento sin la ayuda de otras personas. Cuando identifique ese momento, ya debe haber desarrollado un grupo de colaboradores en los cuales confía y que ayudarán encargándose de muchas tareas que ha venido haciendo hasta ahora. Podrá así liberar tiempo para pensar las rutas y estrategias apropiadas para el futuro y propósito definidos.

Una habilidad importante, que libera su valioso tiempo para ocuparlo a temas relacionados con la evolución de su empresa hacia el crecimiento sostenido, es la delegación de tareas en cabeza de sus colaboradores. 
Crear un adecuado esquema de delegación es vital para hacer crecer la empresa. 
Si no lo hace, todos los días invertirá su tiempo en mantener las cosas como están. Nunca tendrá tiempo para el pensamiento estratégico ni para tomarse un descanso. Todas las personas acudirán a usted en búsqueda de solución para todo tipo de problemas.

No es una tarea fácil 
  • Lo primero a superar es su propia prevención para dejar que otros hagan algunas cosas que le parecen importantes. 
  • En segundo lugar, debe aprender a resistir el deseo de involucrarse en todo. 
  • Tercero, acepte que los demás tienen formas diferentes de hacer las cosas. Si el resultado es el mismo, ¿que importa la forma? Puede sugerir una forma que a usted le ha servido pero no se case con ella. Permita que el colaborador innove y enriquezca el trabajo con sus ideas.
  • Por último, acepte que se van a presentar errores (y recuerde que usted también los ha cometido). Lo importante es aprender de ellos para no repetirlos.

Muchas ventajas
La delegación es una excelente forma de asegurar que las tareas se hagan en menos tiempo. Facilita construir equipos de trabajo. Es una forma buena y simple para hacer sentir valiosos a sus empleados. Sienten que hacen algo con valor para la empresa. Es una herramienta de motivación.
Al dar responsabilidad a los colaboradores les está demostrando que confía en ellos. Esto es importante en la construcción de un ambiente empresarial sano. 
Fomenta que adquieran nuevas habilidades. El sentimiento de responsabilidad y de crecimiento personal son aspectos importantes en la tarea de retener a los empleados (ver artículo Retenga a sus empleados). Crea un terreno propicio para la realización personal de cada colaborador, elemento importante en la eficacia empresarial. 
Todo se puede delegar. 
Todo, eventualmente, se debe delegar. Debe saber hacerlo creando las condiciones adecuadas.

¿Cómo delegar?
Como propietario o gerente necesita enfocarse más en asuntos y temas que adicionen valor superior a la organización. Típicamente, estos son los temas que solo usted es capaz de atender. El resto deléguelo. Pero nunca se olvide de ir preparando a alguien para que haga esas cosas que “solo usted puede hacer”.
Empiece por hacer una lista de todo lo que hace. Revise su agenda y haga memoria de los temas que lo ocuparon en el último mes, o más, si lo recuerda. Emplee Pareto (el 20% de algo genera 80% de resultados) y determine su 20%. El resto, deléguelo.
A continuación, establezca si ese 20% de actividades con las que se ha quedado, realmente generan valor a la empresa y si usted es bueno ejecutándolas. Si además disfruta haciéndolas, tal vez no son tareas que de momento deba delegar. Sin embargo, no deje de pensar si alguien en la organización puede hacerlas mejor que usted. 
Separe las actividades repetitivas de las que no lo son. Las primeras son candidatas a ser delegadas. 

Siga ahora los siguientes pasos:


  1. Ya ha completado el primer paso: la lista de actividades para delegar.
  2. Identifique la persona adecuada para delegar cada actividad de su lista. Confirme que tiene las habilidades y puede completar un proyecto o tarea en un tiempo definido. No se detenga si la habilidad no está completamente desarrollada. Una de las funciones de la delegación es posibilitar que los colaboradores mejoren. Empiece por tareas sencillas para construir la confianza suya con las capacidades del colaborador y para dar tiempo a que éste se sienta cada vez más capaz de tareas de creciente importancia y complejidad.
  3. Especifique los resultados que desea. Prepárese bien para indicar con claridad qué es lo que desea. Si improvisa y está cambiando en forma continua el objetivo que busca al delegar, transmitirá un mensaje equivocado. Comunique con claridad a quien delega, de cuanto tiempo dispone, el presupuesto asignado, el contexto para adelantar el trabajo, tipo de comunicación e informes que requiere, indicando frecuencia, contenido y formato. La buena comunicación no es acerca de lo que usted dice sino lo que recibe el otro. Confirme si ha entendido lo que usted ha transmitido. Pida a quien delega que diga qué ha entendido. Confirme si la persona tiene el adecuado nivel de compromiso para adelantar el trabajo y si entiende las consecuencias de no hacerlo dentro de los parámetros definidos. Debe ser claro y evidente para el colaborador las razones por las cuales el resultado es importante y la forma como contribuye con los resultados generales de la empresa.
  4. Escriba los pasos, uno a uno, que ha venido empleando para realizar la actividad que está delegando. Esto da claridad y precisión a todo lo que debe ejecutarse. Son las instrucciones específicas que facilitan el cambio de responsabilidad. De todos modos exprese formalmente que no hay problema si la persona que ahora va a realizar ese trabajo, propone formas alternas para hacerlo, que no pongan en riesgo los resultados. Es posible que se sorprenda de la creatividad de sus colaboradores.
  5. Especifique la evidencia que permitirá que usted y su colaborador sepan que ya se alcanzó el objetivo y se dieron los resultados esperados, especificados en el paso 3.
  6. Haga claridad que está celebrando un “contrato” con su colaborador, donde transfiere responsabilidad y prioridad por una tarea. Pregunte si está dispuesto a “firmar” ese contrato. No es necesario que lo escriba, si hay confianza. Si es alguien nuevo a quien delega, tal vez si es mejor ponerlo por escrito.
  7. Haga seguimiento y ofrezca soporte, pero no resuelva todos los problemas. Según la duración de cada actividad, establezca puntos intermedios de control en el tiempo, con indicación del avance esperado. Tenga presente que una cosa es delegar y otra abdicar, o desaparecer una vez delega, dejando sola a la persona. Tampoco caiga en el extremo de la micro gerencia asfixiando al colaborador con demasiado control. El colaborador lo debe sentir cerca para aclarar alguna duda que tenga pero debe darle espacio a que desarrolle confianza. Es raro que deba completar la tarea que delegó si hizo el trabajo de preparación, asignación y comunicación en forma correcta. Ocasionalmente el colaborador puede tener problemas. Siempre trátelos como una oportunidad de aprendizaje, pero nunca retire la delegación dada. Apoye con más herramientas y facilitando algún aprendizaje que haga falta. En el futuro, el problema no se presentará de nuevo. Este paso es importante porque construye mejores desempeños y se da aprendizaje, tanto para usted como para su colaborador.
  8. El seguimiento para tareas de naturaleza repetitiva debe irse reduciendo hasta que tenga la certeza que el colaborador domina esa nueva asignación. Quizá sea el momento de delegar a esta persona una tarea más.
  9. Reconozca los resultados intermedios y finales, premie de alguna manera, agradezca, etc. Así crea satisfacción, construye confianza en la persona, la hace sentir útil. Inspira a los demás colaboradores. Crea una organización sana. Eso motiva más que otras cosas.

lunes, 3 de junio de 2019

Defienda su tiempo y sea más productivo

En la pequeña empresa, pocos son quienes pueden decir que son dueños de su tiempo. Usted como líder, y cada uno de sus colaboradores inmediatos, debe hacer el esfuerzo para rescatar espacios de tiempo que le permita generar el valor que se espera de usted.

En la empresa pequeña, la actividad normal de cada día tiene casi siempre una connotación de urgencia que lo obliga atender muchos frentes con sus limitados recursos. 
Ese afán del día a día, limita, si no suprime, la posibilidad de sacar tiempo para actividades que son importantes, pero no urgentes.
Una persona puede haber pensado dedicar las tres horas al principio del día para analizar cómo mejorar algún proceso que beneficia los resultados y alinea mejor los recursos hacia el logro de un objetivo estratégico. Sin embargo, cuando está dispuesta a iniciar su actividad, aparece un imprevisto que la distrae totalmente de su intención.
Si esta persona es ordenada y disciplinada, es factible que programe de nuevo esas tres horas para otro día. Si no tiene ese carácter o siguen apareciendo urgencias, tal vez olvidará la intención de adelantar ese análisis.
Detrás de estos comportamientos, pueden estar las razones por las cuales las empresas demoran su evolución o esta se da en forma innecesariamente lenta.

Entre las actividades importantes que usted como líder y sus directos colaboradores debe atender, vale la pena resaltar las siguientes:
  • Establezca y fortalezca una mejor relación con cada colaborador y con sus pares. Dedicar tiempo a esta actividad permite construir confianza entre los miembros del grupo.
  • Construya organización. Las organizaciones no se construyen solas. Debe pensarlas bien de acuerdo a las necesidades de uso de los recursos. Asegure que las relaciones entre las personas sean productivas y eficaces.
  • Facilite que los procesos, procedimientos y sistemas se ejecutan como fueron diseñados. Una cosa es diseñar un sistema, otra que se ejecute y se cree un hábito de acuerdo a lo que desea.
  • Dedique tiempo suficiente a pensar en el futuro y crear nuevas cosas. Esta es una actividad que requiere compartir con sus colaboradores. Dos o más cabezas piensan mejor que una.
  • Establezca tareas y actividades, planee y defina fechas limite de acuerdo a la capacidad de cada área y persona.
  • Explore que sucede en otras industrias, empresas y ambientes. Allí hay buenas ideas que puede ajustar e implantar en su organización.
  • Dedique tiempo a los amigos y a la familia. No permita que el paso de los años difíciles del arranque y consolidación de la empresa, aleje a sus amigos o su familia crezca perdiendo momentos que no se pueden repetir.
  • Desarrolle y fortalezca habilidades. Las necesidades de cada posición requieren diferentes habilidades, algunas que posiblemente no existían al inicio de su vida laboral.
  • Adquiera nuevos conocimientos. Nadie puede darse el lujo de quedarse en su etapa productiva con los conocimientos adquiridos en el pasado. Al igual que las habilidades, hay cosas que posiblemente no aprendió porque ni siquiera existían.
  • Ejercítese para mantener una buena salud. El estrés se controla, en buena medida, con una vida sana.

En algunas culturas y ambientes empresariales, se ha creado la idea que el éxito se da cuando una persona dedica 70 horas a la semana al trabajo. Jefes y supervisores tienden a considerar ese comportamiento como de verdadero compromiso.
Es usual que los almuerzos durante la semana, muchos desayunos y no pocas comidas, se dediquen a temas laborales, en detrimento de la familia, los amigos y el descanso.
Cuando un colaborador se lleva trabajo a su casa, la señal que posiblemente quiere transmitir es de especial compromiso con la empresa. También puede considerar que su jefe evalúa ese comportamiento como un elemento clave para calificar el desempeño.
Algunos consideran que los fines de semana son el momento ideal para ponerse al día con todo lo que no alcanzó a hacer durante la semana. 
Las vacaciones se reducen al mínimo o simplemente se cancelan pues se considera que no generan valor.

Este estilo de trabajo no es malo por principio. Algunas personas encuentran su productividad y eficacia con esos manejos de su tiempo. El inconveniente se da cuando descuida las otras cosas a las que debe dar espacio y dedicar tiempo. 
Aunque no lo parezca, las actividades que no están directamente relacionadas con el trabajo, también tienen efecto, si bien no directo, sobre los resultados personales y empresariales.
Cada colaborador y usted como líder, debe evaluar si un exceso de uso de tiempo, que invada el tiempo personal, se debe a una verdadera carga de trabajo o a la falta de alguna habilidad, herramienta, conocimiento o proceso para ser más eficaz.
En toda empresa en crecimiento, es evidente que siempre se va a requerir esfuerzo adicional. Sin embargo, todo debe tener un claro límite. Nadie aguanta un ritmo permanente e intenso de trabajo.

Cada persona en la empresa tiene como objetivo fundamental generar valor. 
Esto es convertir su tiempo, habilidades, conocimiento y actividad en algo que un mercado considera valioso y por lo cual paga más que a los competidores.
Cada persona debe buscar qué se opone a ese objetivo y le impide a la vez, atender bien todos los demás frentes que debe considerar y cuidar.

Cada día, tanto usted como sus colaboradores, llegan a su lugar de trabajo con algún plan en mente sobre las tareas y actividades que desea adelantar. Algunos tienen un plan elaborado y definido en un papel o en alguna aplicación informática. Otros lo tienen en su cabeza.
Empieza la jornada y lo típico es que aparezca todo tipo de interrupciones. 
Las llamadas telefónicas, los correos electrónicos urgentes, algún cliente molesto o que requiere una información que sólo usted tiene, un problema entre colaboradores, la demora de un despacho de materia prima, alguien que “no le quita sino un minuto” para hacerle una pregunta o comentario. 
La pérdida de tiempo de estas interrupciones tiene dos componentes. El primero es el tiempo específico que quita la interrupción en sí. Dependerá del tipo de cada interrupción y de alguna manera es controlable. El segundo es la cantidad de tiempo que demora en recordar qué estaba haciendo, qué tan adelantado estaba y tomar de nuevo el ritmo.
Este tiempo de recuperación, que depende de cada persona y del tipo de interrupción, es en general una pérdida de tiempo escondida. Usted debe tratar de racionalizar su habilidad de recuperarse.
Tenga en cuenta que una llamada informativa posiblemente no lo distrae por mucho tiempo, mientras que una interrupción donde le presentan un problema serio, lo puede distraer el resto de la jornada.
En el segundo caso, conviene que evalúe si vuelve a definir sus prioridades del día para atender el problema y luego retomar su actividad como la había programado o si considera otra alternativa

Si una persona demora 3 minutos en recuperar el ritmo y es interrumpido 10 veces en un día, habrá perdido 30 minutos.
De esta manera, al final de la jornada, encontrará que aun tiene varias cosas pendientes de las que había planeado hacer.
La solución más usual es quedarse más horas en el lugar de trabajo –o llevar las tareas pendientes a su casa– para tratar de completar todo lo que había planeado al principio del día. 
Empezará a restar tiempo a las otras actividades que debe incluir su vida.

Para empezar a recuperar su tiempo, y permitir que sus colaboradores hagan lo mismo, minimice esas interrupciones y facilite que usted y sus colaboradores puedan planear con mayor nivel de certidumbre su tiempo
Cree en la empresa una cultura de respeto del tiempo y estilo de trabajo de cada persona. 
Las recomendaciones que a continuación sugerimos, crean un sentido de estructura, ritmo y dan propósito al uso del tiempo. 

Correo electrónico
El correo electrónico se ha convertido en una fuente importante de interrupción.
Por la velocidad que permite en las comunicaciones, se ha creado la idea de que todo mensaje debe responderse de inmediato. 
Las nuevas tecnologías de comunicación, que facilitan estar conectado en todo momento y lugar, han empeorado esta idea de inmediatez. Incluso, las comunicaciones han invadido el tiempo privado de las personas, sus noches, fines de semana e incluso vacaciones.
En la mayoría de los casos, son pocas las personas que envían una comunicación por correo electrónico y esperan una respuesta inmediata. Igualmente, no son muchas las ocasiones que requieren esa respuesta inmediata.
Si como jefe pretende que todos sus colaboradores respondan de inmediato cualquier mensaje electrónico que envía, cambie la costumbre. Está interrumpiendo el ritmo de cada colaborador, en muchos casos de forma innecesaria.
Se arriesga a que le contesten con un mensaje poco elaborado o pensado, que obliga a más comunicaciones que van y vienen hasta que obtiene lo que desea.
Si hay algo urgente –nunca logrará librarse de las urgencias–, use el teléfono, o mejor, vaya hasta el lugar donde está la persona que puede ayudar a atender el caso, para tratarlo cara a cara.
En los cargos de dirección, implante la costumbre de revisar los mensajes electrónicos sólo 2 o 3 veces al día. Cada vez que lo haga, procure dejar la carpeta de entrada desocupada tomando una acción concluyente con cada correo. 
Trate de no dejar ningún mensaje sin resolver pues trabajará el doble. Si no lo resuelve a cabalidad en el momento de leerlo, en algún momento en el futuro lo deberá volver a leer para recordar su contenido y actuar.
El resto del tiempo, cierre su programa de correo electrónico. Así, no tendrá la tentación de ver, sólo para satisfacer la curiosidad, todo mensaje que su computador le avisa que ha llegado. 
Es evidente que hay cargos en la empresa donde el valor se crea con la atención rápida, permanente y continua del esquema de comunicación que exista.  
En servicio al cliente, ventas, incluso en el área de contabilidad, la empresa se beneficia de un continuo, rápido y oportuno flujo de mensajes. 
Es con estas áreas que un cliente se comunica para atender una duda, solicitar algo o hacer una pregunta. Cualquier comunicación de un cliente debe ser siempre tratada con prioridad. Una actividad que claramente se beneficia de rápidas respuestas es la de atención a los clientes.
Lo anterior no implica que deba contestar lo primero que se le pase por la mente. Toda respuesta debe ser precisa y específica. Si cuando recibe la comunicación del cliente, no tiene los datos completos, envíe una comunicación informando el recibo y un plazo razonable, que es importante que cumpla, para responder la inquietud.

Mensajería electrónica
Otra fuente de interrupción importante y frecuente es la mensajería electrónica. Es además más difícil de controlar y resistir. Algunas personas no pueden dejar de consultar su dispositivo móvil cada vez que vibra o anuncia que algo nuevo ha llegado.
La cultura de la permanente conexión, todos los días y a todas las horas, lleva a considerar que todo mensaje debe atenderse de inmediato. 
Haga el ejercicio de evaluar durante un tiempo, por ejemplo una semana, cuántos de esos mensajes son urgentes. Se sorprenderá que sólo muy pocos, o tal vez ninguno, requería una acción en el mismo momento de recibirlo.
Cuando esté haciendo algo que requiera su concentración, aléjese del teléfono celular. Póngalo en silencio y trate de no atenderlo, o déjelo en su oficina y trabaje en una sala de reuniones.
Si implanta estos comportamientos, las personas que le envían mensajes electrónicos sabrán que usted siempre los ve y los contesta, pero a su debido tiempo. 

Teléfono
El teléfono ha sido tradicionalmente el origen más evidente de interrupciones continuas durante cada jornada de trabajo. 
Algunas actividades en la empresa, dependen de esta rápida y práctica herramienta de comunicación. En estos casos, la recomendación es hacer un uso efectivo en cada llamada, reduciendo al mínimo las conversaciones inocuas y tratando, sin ser descortés, de ir lo más pronto posible a tratar el asunto de la llamada.
En otras situaciones, más frecuentes en los niveles directivos donde el carácter de la actividad requiera concentración y dedicación durante períodos largos de tiempo, puede decidir ponerlo en silencio. 
Los sistemas actuales, tienen la opción de que la persona que llama deje un mensaje, que podrá responder una vez se desocupe. En este caso, debe desarrollar la disciplina de siempre revisar su buzón y responder todas las llamadas que lo requieran para que confíen en que usted siempre atiende toda llamada en algún momento.

Espacios privados
Cuando se ocupe con una tarea que requiera su concentración, cierre su puerta, si la tiene, coloque una señal de “No Molestar” o similar, o vaya a otro lugar, puede ser una oficina desocupada o una sala de reuniones, para dedicarse de lleno a ese trabajo. 
Si cabe dentro de la cultura de su empresa, quédese cuando lo requiera en su casa para esas tareas de concentración. Permita que sus colaboradores también lo hagan.
Separe estos espacios de tiempo en forma consciente y comuníquelo a los demás. Así facilitará que los demás programen las interacciones con usted teniendo en cuenta sus espacios privados de tiempo.

Los que no aguantan la urgencia
Siempre habrá personas que cruzan las barreras que ponga. En estos casos, debe reclamar su espacio con educación. 
Con cordialidad salude a la persona y muestre interés en conversar con ella. Señale con claridad y firmeza que ahora no es un buen momento. Ofrezca y acuerde una hora y lugar posterior para reunirse. 
Cumpla con esa programación para dar seriedad a sus compromisos y hacer ver a los colaboradores que siempre pueden contar con usted, sólo deben tener en cuenta su manejo del tiempo. 

Planeación
Mantenga una planeación general de su semana. 
Defina espacios de tiempo, que ojalá convierta en hábito, para dedicarlos a actividades concretas de pensar, construir, evaluar y desarrollar. Si crea la costumbre de esas horas, el resto de la organización respetará esos tiempos. 
Además, respete esos espacios creados por los demás colaboradores. Si todos definen tiempos similares para actividades parecidas, reducirá las interrupciones de unos a otros. 
Sin embargo, debe aceptar y reconocer que cada persona tiene un ritmo diferente. 
Algunas se concentran mejor en la mañana, otras al final de la tarde. Todos tenemos una diferente y particular manera de administrar nuestra energía.

Reuniones no programadas
Las reuniones sin planeación consumen importantes cantidades de tiempo. A veces, producen resultados positivos, pero son más las ocasiones que no.
Si ya tiene un esquema de reuniones periódico, diseñado a conciencia, procure tratar allí todos los temas que requieran un análisis colectivo, el aporte de varias personas o informar al grupo en forma detallada de algo.
Limite las reuniones por fuera del plan sólo a casos de verdadera urgencia. Esa reunión extraordinaria, por más urgente que sea, debe de todos modos seguir los mismos lineamientos de una buena reunión, es decir, contar con una agenda, determinar una persona que la dirija y controle los tiempos según lo definido en la agenda, elaborar un acta de los compromisos establecidos incluyendo un responsable y una fecha de entrega, e invitar sólo a las personas que pueden aportar algo o se benefician de lo discutido.

Reuniones con terceros
Incentive en sus directos colaboradores, construir relaciones con personas ajenas a la empresa. Invertir tiempo con personas que poco o nada tienen que ver con el curso diario de sus negocios, nunca debe considerarse como una pérdida de tiempo.
Los almuerzos y reuniones con esas personas generan, por una parte, la oportunidad de liberar el estrés generado por la actividad diaria. Ocupar la mente en temas diferentes a los rutinarios permite descansar y reducir la tensión. 
Por otra parte, la interacción con esas personas que no tienen que ver con su negocio, le permite acceder a perspectivas diferentes para analizar amenazas y oportunidades o para resolver problemas.

El tiempo es un activo no renovable. Aunque todos los días tendrá nuevas horas frescas para usar, si las desperdicia o pierde, la pérdida será para siempre. 
Por esto debe tomar conciencia de lo que le hace perder tiempo y lo distrae, para evitarlo o reducirlo. Podrá así manejar su tiempo como lo desea. Volverá a ser dueño de ese recurso único.


En la versión en vídeo de este artículo (ver acá) encontrará un repaso rápido a estos conceptos.